En la tierra de las blancas montañas, las verdes praderas
y un cielo estrellado, vive un caballero apodado Lúminas.
Dicen que no es un caballero común, este no combate
dragones, no salva doncellas, y no sirve a ningún rey;
tampoco tiene espada, ni escudo, ni un fiel corcel.
Este caballero combate la oscuridad...
¿Con qué...? pensaran algunos... pues con su luz interior...
Dicen que Lúminas fue capaz de llegar a la Luna...
La mayoría concuerda en que su
deseo era librarla de su oscuridad.
Luego de mucho tiempo vagando por la Luna,
y peleando contra la sombra que la consumía,
decidió dejarle una parte
de él... UN POCO DE SU LUZ INTERIOR,
y pedirle un pequeño favor
-Que se encargara de que su Tierra
nunca olvidara su Luz Interior- ...
En ese momento,
una estela de múltiples colores y luces pudo
verse desde la tierra de las blancas montañas,
las verdes praderas y un cielo estrellado...
Desde ese día,
la Luna nunca volvió a perder su resplandor...
Fue una LUNA LLENA por el resto de la eternidad.
Pues la Luz Interior entregada por Lúminas
no era una luz vulgar...
era su conocimiento y sus experiencias... La Luna,
una vez sabido esto, decidió no decepcionarlo,
y nunca jamas perdió su resplandor...
Nunca mas se volvió a saber de aquel caballero de LUZ...
Dicen por ahí, que de vez en cuando,
la Luna suelta una lágrima que cae
en aquella Tierra maravillosa donde se crió
Lúminas, para que de vez en cuando
se recuerde a aquel caballero de LUZ,
CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA...